En los últimos 15 años, Navarra ha experimentado una transformación energética. El presidente de Navarra, Miguel Sanz Sesma, explicó en Nueva York, durante una conferencia sobre energías renovables, las razones por las que este tipo de energía ha tenido éxito en la región.
Los datos energéticos de Navarra son impresionantes. La energía de fuentes renovables que se produce en Navarra es suficiente para cubrir el 65% de las necesidades energéticas de la región. Antes de 2010, se espera que llegue al 75%, pero el objetivo es que se produzca suficiente energía renovable como para abastecer todas sus demandas.
En 1995, tras llegar a la conclusión de que la dependencia energética estaba obstruyendo el desarrollo económico de la región, Navarra comenzó a desarrollar un nuevo sector económico alrededor de la energía renovable.
El sector de la energía limpia ahora mantiene a cerca de 100 empresas, un centro de investigación y una escuela técnica especializada en tecnologías renovables. En la actualidad, emplea cerca del 2% de la mano de obra de la región. La energía renovable supone casi el 5% del producto interior bruto de Navarra. Ya en 2003, la Unión Europea reconoció que la política de Navarra en el sector de las renovables era la mejor.
Cuando se puso en marcha el plan, los líderes de la región fijaron un objetivo alto, comenzaron a divulgar las ventajas de la autonomía energética, la eficiencia y el ahorro. Dado que Navarra cuenta con unos 600.000 ciudadanos, fue posible juntar a los principales empresarios, personas relacionadas con el mundo científico, gobiernos locales y ciudadanos para colaborar en un plan energético con compra de acciones universal.
Navarra tiene suficiente autonomía del Gobierno español como para poder actuar sin sufrir demasiadas demoras o papeleo. Según Sanz, la actuación de Navarra ha sido más rápida que la del Gobierno español.
En 1995 el plan hacia la autonomía energética de Navarra se puso en marcha con el objetivo de producir 341 MW de energía renovable para 2000. El Gobierno regional constituyó sociedades públicas-privadas con bancos e industrias para empezar la construcción del sector energético renovable de la región (el fabricante de turbinas de viento Gamesa Eólica fue uno de los resultados de dicha colaboración). El Gobierno regional también otorgó beneficios fiscales y ayuda económica para fomentar la inversión en bienes de energía renovable, mientras que los altos cargos del gobierno informaban a la población de la importancia de la eficiencia energética y el ahorro.
En sólo cinco años, Navarra casi duplicó su objetivo y produjo 667 MW provenientes de energía renovable. A día de hoy, la energía eólica de Navarra representa el 46% del total de la energía renovable de la región y va encaminada a producir 1.400 MW antes de 2010. El Gobierno regional apoya la eficiencia energética con medidas como la subvención de compra de coches eléctricos, la substitución de electrodomésticos viejos e ineficientes, e incluso proporcionado cursos para conducir de manera eficiente.
Los datos energéticos de Navarra son impresionantes. La energía de fuentes renovables que se produce en Navarra es suficiente para cubrir el 65% de las necesidades energéticas de la región. Antes de 2010, se espera que llegue al 75%, pero el objetivo es que se produzca suficiente energía renovable como para abastecer todas sus demandas.
En 1995, tras llegar a la conclusión de que la dependencia energética estaba obstruyendo el desarrollo económico de la región, Navarra comenzó a desarrollar un nuevo sector económico alrededor de la energía renovable.
El sector de la energía limpia ahora mantiene a cerca de 100 empresas, un centro de investigación y una escuela técnica especializada en tecnologías renovables. En la actualidad, emplea cerca del 2% de la mano de obra de la región. La energía renovable supone casi el 5% del producto interior bruto de Navarra. Ya en 2003, la Unión Europea reconoció que la política de Navarra en el sector de las renovables era la mejor.
Cuando se puso en marcha el plan, los líderes de la región fijaron un objetivo alto, comenzaron a divulgar las ventajas de la autonomía energética, la eficiencia y el ahorro. Dado que Navarra cuenta con unos 600.000 ciudadanos, fue posible juntar a los principales empresarios, personas relacionadas con el mundo científico, gobiernos locales y ciudadanos para colaborar en un plan energético con compra de acciones universal.
Navarra tiene suficiente autonomía del Gobierno español como para poder actuar sin sufrir demasiadas demoras o papeleo. Según Sanz, la actuación de Navarra ha sido más rápida que la del Gobierno español.
En 1995 el plan hacia la autonomía energética de Navarra se puso en marcha con el objetivo de producir 341 MW de energía renovable para 2000. El Gobierno regional constituyó sociedades públicas-privadas con bancos e industrias para empezar la construcción del sector energético renovable de la región (el fabricante de turbinas de viento Gamesa Eólica fue uno de los resultados de dicha colaboración). El Gobierno regional también otorgó beneficios fiscales y ayuda económica para fomentar la inversión en bienes de energía renovable, mientras que los altos cargos del gobierno informaban a la población de la importancia de la eficiencia energética y el ahorro.
En sólo cinco años, Navarra casi duplicó su objetivo y produjo 667 MW provenientes de energía renovable. A día de hoy, la energía eólica de Navarra representa el 46% del total de la energía renovable de la región y va encaminada a producir 1.400 MW antes de 2010. El Gobierno regional apoya la eficiencia energética con medidas como la subvención de compra de coches eléctricos, la substitución de electrodomésticos viejos e ineficientes, e incluso proporcionado cursos para conducir de manera eficiente.
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